El recorrido de seis kilómetros que trasladó el cuerpo del Papa Francisco desde la Basílica de San Pedro hasta Santa María la Mayor estuvo lleno de simbolismo y emoción. Estos fueron los momentos más destacados:
Salió por la “puerta de su casa”
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Los sediarios que alzaron su féretro tras el funeral no salieron por la Plaza de San Pedro, sino por la Puerta del Perugino, a pocos pasos de la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano durante los 12 años de su pontificado, por la cual solía 'escaparse' para realizar visitas sorpresa por la ciudad de Roma.
El papamóvil mexicano como vehículo fúnebre
En un gesto cargado de significado, el ataúd fue transportado en un papamóvil blanco que México había regalado al Vaticano en 2017, una Dodge Ram adaptada que el Papa utilizó durante su histórica visita a este país en 2016. El viaje apostólico del Papa Francisco a México duró seis días, desde el viernes 12 de febrero hasta el miércoles 17 de febrero de 2016, en los que visitó cinco ciudades mexicanas:
Ciudad de México
Estado de México (Ecatepec)
Chiapas (Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas)
Michoacán (Morelia)
Chihuahua (Ciudad Juárez)
Fue una auténtica maratón que convirtió a México en el país con más ciudades visitadas por el Pontífice desde el inicio de su pontificado hasta ese momento. El país en el que Francisco estuvo más tiempo durante un viaje apostólico fue Brasil, con 8 días durante la JMJ de 2013.
Del Vaticano a Roma cruzando el río Tíber
El cortejo atravesó el río Tíber por el puente Príncipe Amadeo de Saboya, marcando simbólicamente el paso del Vaticano a la ciudad de Roma, un momento que representó la íntima conexión del Papa Francisco con su rol como Obispo de Roma.
El último viaje del Obispo de Roma
Entre aplausos de los asistentes, la procesión avanzó por el Corso Vittorio Emmanuele, una de las arterias principales de Roma, donde miles de fieles se congregaron para dar su último adiós al Pontífice argentino. También llegó hasta la emblemática Plaza Venezia, centro neurálgico de Roma, para girar después hacia los Foros Imperiales, conectando el pontificado de Francisco con la historia milenaria de la Ciudad Eterna.
Su paso por la iglesia de los jesuitas
El Papa Francisco, primer pontífice jesuita de la historia, mantuvo una relación especial con la Iglesia del Gesù en Roma, sede principal de la Compañía de Jesús. El 31 de julio de 2013, en la festividad de San Ignacio de Loyola, presidió una concelebración en este templo, y en cada viaje apostólico fuera de Italia buscó reunirse con los jesuitas locales.
El Coliseo Romano y su último Vía Crucis
Uno de los momentos más emocionantes fue cuando el féretro pasó junto al Coliseo Romano, lugar donde Francisco presidió cada Viernes Santo el tradicional Vía Crucis, orando por la paz y recordando a los mártires cristianos. Debido a sus problemas de salud, el Papa Francisco no pudo presidir esta oracion en el historico lugar desde 2023.
Durante la transmisión en vivo de este evento por EWTN en inglés, el Padre Roger Landry comentó que la icónica imagen era un recordatorio de cómo la Iglesia Católica “outlasted” (duró más en el tiempo, sobrevivió” al imperio romano.
La Via Merulana y el Corpus Christi
Al transitar por la Via Merulana, el cortejo dejó al fondo la Basílica de San Juan de Letrán, catedral de la diócesis de Roma, recordando el vínculo especial de Francisco con su papel como Obispo de Roma.
La Via Merulana es la ruta tradicional para las procesiones de Corpus Christi en Roma. Esta tradición se remonta al Papa Gregorio XIII, quien creó esta ruta para procesiones religiosas entre las dos basílicas durante el Jubileo de 1575.
El Papa Francisco participó en la celebración de Corpus Christi el 2 de junio de 2024, ofreciendo una bendición solemne con el Santísimo Sacramento desde los escalones de la Basílica de Santa María la Mayor, tras una procesión eucarística que recorrió precisamente la Via Merulana desde San Juan de Letrán.
Es interesante notar que la última vez que el Papa Francisco había liderado personalmente la procesión de Corpus Christi a lo largo de esta ruta tradicional romana fue siete años antes, en 2017. En 2024, aunque no caminó en la procesión eucarística, se unió al final para la adoración del Santísimo Sacramento y ofrecer la bendición eucarística a la multitud.
Pedro volvió a su Madre: Santa María la Mayor
El momento culminante fue la llegada a la Basílica de Santa María la Mayor, donde Francisco eligió ser enterrado por su profunda devoción al icono bizantino de la Salus Populi Romani. Este lugar tenía un significado especial para él, pues acudía allí antes y después de cada viaje apostólico para encomendar su misión a la Virgen María.
El cortejo fúnebre, que duró poco más de 30 minutos con el papamóvil desplazándose a unos 10 kilómetros por hora, permitió a los 150,000 fieles congregados a lo largo del recorrido despedirse del primer Papa latinoamericano, cuyo pontificado estuvo marcado por la cercanía al pueblo y la misericordia.
Una copia de la imagen de la Salus Populi Romani estuvo en la Plaza de San Pedro durante su Misa de Exequias.
Pocos saben que el español San Ignacio de Loyola eligió Santa María la Mayor para celebrar su primera Misa como sacerdote en 1538. Después, De Loyola fundó la Compañía de Jesús, para la que también fue muy importante esta basílica. Durante la reforma protestante el cuadro mariano se convirtió en un símbolo de identidad que dejaba claro la adhesión al Papa.
Otro dato interesante es que el Cardenal Francisco de Toledo, el primer jesuita en ser elevado a esta dignidad, dejó en su testamento toda su herencia a la basílica.
Francisco descansa junto a San Jerónimo y Bernini
Además del Papa Francisco, en esta iglesia también están enterrados otros siete pontífices, varios santos y personajes famosos. Algunos de ellos tienen un vínculo especial con el difunto papa.
San Jerónimo: El Papa Francisco instituyó el Domingo de la Palabra de Dios (tercer domingo del tiempo ordinario) el 30 de septiembre de 2019, memoria litúrgica de San Jerónimo, mediante la carta apostólica "Scripturae Sacrae affectus", honrando así al santo traductor de la Biblia al latín. San Jerónimo vivió en Roma en el siglo IV-V en lo que hoy es la Iglesia de San Jerónimo de la Caridad, donde tradujo la Biblia y cuya tumba se encuentra en la cripta de la Basílica de Santa María la Mayor.
Gian Lorenzo Bernini: El Papa Francisco ahora reposa cerca de Bernini, el genio del barroco italiano, arquitecto y escultor. A él le debemos la famosa columnata de la Plaza de San Pedro.
Su tumba está a unos pasos de Argentina en Roma
La basílica de Santa María la Mayor se encuentra ubicada a unos pasos del lugar más argentino del país: la sede de la embajada argentina ante Italia. Francisco nunca regresó a su patria tras ser elegido pontífice y por años circularon rumores sobre su deseo de ser enterrado en Buenos Aires. La cercanía física entre el templo y la Embajada Argentina en Roma, activa desde 1889, refuerza el vínculo personal del Papa con esta basílica.
Rosas blancas de Santa Teresita de Jesús en la tumba del Papa Francisco
El Papa Francisco tenía una especial devoción por la mística carmelita francesa, Santa Teresita de Lisieux, cuyo símbolo es la rosa blanca. Por eso estas flores fueron depositadas ante el icono bizantino de la Salus Populi Romani de la Virgen María con el niño –un theotokos– que llegó a la capital italiana en el año 590, antes de que los restos mortales del Papa Francisco recibieran sepultura.
En las primeras imágenes que difundió el Vaticano de la sencilla lápida con la inscripción “Franciscus” también había una rosa blanca.
El Papa Francisco dejó claro su vinculación con estas flores ante los periodistas en enero de 2015, tras su viaje a Filipinas: "Cuando no sé cómo irán las cosas, tengo la costumbre de pedir a Santa Teresa del Niño Jesús, que lleve el problema en sus manos, y que me envíe una rosa".