20 de octubre de 2004 / 11:54 AM
En medio de la polémica por proyectos de ley anti-vida que promoverían la promiscuidad entre los adolescentes, el Obispo de Puerto Iguazú, Mons. Joaquín Piña, pidió a los responsables recordar que la mejor educación sexual, no es “una educación sobre lo genital, sino sobre los valores que hacen al hombre y a la mujer”.
Según el Obispo, la respuesta a la crisis juvenil es “una educación para el amor, como decimos nosotros”, pues los planes de salud reproductiva y educación sexual, que han fracasado en todo el mundo, “lejos de obtener los resultados que se esperaban o se pretendían (menos abortos, menos embarazos adolescentes o no deseados), alcanzaron todo lo contrario: más abortos y más embarazos adolescentes”.
Mons. Piña precisó que “si la educación sexual no se da bien, produce efectos contrarios a los que se pretenden. Si todo consistió en explicarle a los chicos la mecánica genital, es lógico que digan: vamos a probar, total, con el preservativo... Pero resulta que, con tantos preservativos como se repartieron, cada vez tenemos más embarazos prematuros, no deseados”.