El nuevo rector mayor de los salesianos, P. Fabio Attard, animó a los seguidores de Don Bosco a ser “sacramento de esperanza, ofreciendo a los jóvenes espacios de crecimiento, acogida y futuro”. 

La Congregación Salesiana ha concluido su 29º Capítulo General, reunido en Turín desde el pasado 16 de febrero, con un acto celebrado en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús en Roma, templo erigido por su fundador y donde se encuentra su sede central. 

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Los representantes de la familia salesiana presente en 136 países del mundo han podido sumarse así a las celebraciones con motivo del Jubileo Ordinario 2025. En la misa de clausura, el rector mayor animó a “continuar con perseverancia” y a “dejarse implicar plenamente por el amor del señor y servir a los demás sin reservarse nada para uno mismo, tal como hizo en su momento vuestro fundador”. 

Según detalla en un comunicado la congregación, durante el encuentro también se aprobó un documento final con los postulados de acción que guiarán el quehacer salesiano en el próximo sexenio (2025-2031) en torno a tres núcleos de reflexión “la animación y cuidado de la vida vocacional”, la colaboración en la “misión compartida” de todos los que siguen el espíritu de San Juan Bosco y “la revisión y reorganización de gobierno de la COngregación en los diversos niveles”. 

Entre otras decisiones importantes, además de elegir al nuevo sucesor de Don Bosco, el Capítulo General ha nombrado un nuevo Consejo General y ha modificado las Constituciones de la congregación para que los salesianos coadjutores (no sacerdotes) “puedan ser directores de Comunidades Salesianas”. 

“Momento de Pentecostés salesiana”

En el discurso de clausura del Capítulo General, el P. Attard describió en el cuento como “momento de Pentecostés salesiana” y expuso que el valor del documento final con reflexiones para el sexenio “dependerá de la capacidad de los salesianos para mantener el espíritu de escucha, apertura y acompañamiento del Espíritu Santo”. 

Asimismo, el rector mayor destacó la importancia de la conversión personal como “fundamento para un cuidado pastoral y espiritual renovado” y subrayó que “que toda renovación pastoral debe comenzar con un cambio profundo y auténtico en el corazón de cada salesiano”.

Respecto de Don Bosco, expuso que no basta con amarlo, sino que “es necesario conocerlo profundamente”, por lo que invitó a realizar un esfuerzo en el estudio de su vida, enseñanza y obras para “encarnar su espíritu en los contextos actuales”.

El P. Attard también pidió a los salesianos “crecer en fidelidad y profecía”, como virtudes que forman la base de la misión salesiana e indicó dos áreas de atención preferencial para el futuro: la inteligencia artificial y el “cuidado de la ecología integral”.