El político católico italiano y amigo personal del Papa Juan Pablo II, Rocco Buttiglione, descartó su renuncia a la candidatura para ocupar el cargo de comisario de justicia en la Comisión Europea pero aseguró que si debe escoger entre su labor pública y su fe, optará por esta última.
Buttiglione sufre una dura persecución por parte de los socialistas europeos que exigen al presidente de la Comisión, el portugués Durao Barroso, lo retire del eventual cargo, debido a su fe católica, su defensa de la vida y oposición a leyes que redefinan el matrimonio.
El valiente político ha sido acusado de homófobo por considerar que las relaciones homosexuales son pecaminosas.