El Prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Cardenal Kurt Koch, aseguró que el “sufrimiento a causa de una grave enfermedad” como la que padece el Papa Francisco, hospitalizado desde hace casi un mes con una neumonía bilateral, “es una gran prueba”.
Durante el Rosario por la salud del Santo Padre que, si bien ya no está en peligro inminente, continúa con un cuadro clínico complejo, el prelado recordó las palabras de Cristo a San Pedro según el pasaje narrado en el Evangelio de Juan:
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“En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te vestías e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás tus manos, y otro te vestirá y te llevará a donde no quieras”.
Durante la meditación de los Misterios Dolorosos, el purpurado señaló que estas palabras reflejan la difícil etapa que atraviesa actualmente el Papa Francisco de 88 años subrayando que “el sufrimiento a causa de una grave enfermedad es una gran prueba”.
Asimismo, exhortó a los fieles a pedir la intercesión de María, Madre de la Esperanza, para que el Santo Padre reciba fortaleza y la cercanía de Dios en este momento tan difícil.
La oración del Rosario tuvo lugar a las 18:00 (hora local) del lunes, cuando finalizó la quinta meditación de los Ejercicios Espirituales de la Curia Romana, que dirigirá hasta el próximo 14 de marzo en el Aula Pablo VI el Predicador de la Casa Pontificia, el fraile capuchino, Roberto Pasolini.
El Rosario fue proyectado en las pantallas instaladas en la Plaza de San Pedro, permitiendo a los fieles de todo el mundo unirse a la plegaria comunitaria por la recuperación del Santo Padre.
Tras la oración del Ave María, se entonó el Salve Regina, seguido de las Letanías Lauretanas y la invocación para que el Espíritu Santo brinde apoyo en la fe y el amor. El momento de recogimiento concluyó con el Oremus pro Pontifice y un canto dedicado a la Virgen María.