Recientemente se ha estrenado El sí de Marcos, un breve documental sobre la muerte de Marcos Pou, un joven de Barcelona (España) que falleció en 2015 en un accidente de moto tan sólo 10 días después de ingresar en el seminario.
En apenas 15 días, la película impulsada por la Asociación de Amigos de Marcos Pou, que incluye testimonios del propio Marcos y de amigos y conocidos, ya ha sido vista por más de 60.000 personas.
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Nacido en septiembre de 1991, Marcos pasó su primera infancia junto a sus padres y hermanos en los Estados Unidos, hasta su retorno en 1998 a Barcelona, donde comenzó sus estudios en el Colegio Montserrat, perteneciente a la congregación de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia.
En su primera adolescencia, perdió un cierto interés por asistir a la Misa dominical, pero esto fue una rebeldía pasajera. Siendo alumno del colegio Abat Oliba Loreto, perteneciente a la Asociación Católica de Propagandistas, su vida de fe empezó a enraizarse más y más.
Pronto comenzó a acudir a la catequesis semanal con un grupo de Comunión y Liberación y su transformación personal no pasó desapercibida entre su familia.
Durante un viaje en 2011 a Calcuta (India) para colaborar con las Misioneras de la Caridad, junto a algunos amigos y su tío sacerdote, el P. Yago Gallo, Marcos llegó a confesar: “Tiene que ser tan concreto mi conocimiento de Cristo como lo era el de Juan y Andrés”.
Poco a poco, su fe fue creciendo en hondura y todos lo pudieron captar a su alrededor. Un amigo sacerdote le invitó a desarrollar una cierta llamada a la “paternidad” respecto de sus amigos y familiares, tarea a la que se entregó en cuerpo y alma.
En un testimonio ofrecido poco antes de su ingreso en el seminario, explicó: “Esta experiencia para mí hoy me hace mil veces más satisfactoria que la conquista de las mujeres”.
Así, el día de la Virgen de Lourdes, 11 de febrero de 2015, ingresó en el Seminario Metropolitano de Barcelona.
Días después tuvo un encuentro con amigos. Una de ellas le preguntó por cómo estaba viviendo la experiencia y su respuesta fue muy clara respecto a la convicción de que Dios se lo pedía todo.
Poco minutos después, falleció en un accidente de moto. A su funeral, celebrado en la capilla de los mártires del seminario acudieron más de 2.000 personas. En la homilía, su tío el sacerdote subrayó: “Era absolutamente imposible estar con Marcos más de media hora sin que se acabase hablando de Jesucristo”.
Antes de fallecer, su director espiritual le pidió que dejara escrita la historia de su vida. El volumen Mi historia ha suscitado en muchos el deseo de una mayor entrega al Señor.
Durante la Eucaristía celebrada con motivo del décimo aniversario de su fallecimiento, el Cardenal Juan José Omella expuso que este libro ayuda a comprender que la vida de los santos es “camino de entrega a los demás”.
En el año 2022, se constituyó la Asociación privada de fieles Amigos de Marcos Pou con el objetivo de dar a conocer el mensaje del Evangelio a través del testimonio de la vida del joven.
En su sitio web, se recogen multitud de testimonios de personas que se han visto interpeladas por la vida del seminarista, entre los que destacan los de su familiares o el del abad general de la Orden Cisterciense, Mauro Lepori.