El Vicario del Papa para la Diócesis de Roma, el Cardenal Baldassare Reina, celebró el 27 de febrero una Misa por la pronta recuperación del Pontífice, invocando la ayuda de un crucifijo milagroso muy venerado en la Ciudad Eterna.

En plena pandemia de coronavirus, el Papa Francisco rompió las reglas del aislamiento por una buena causa. Salió del Vaticano para desplazarse hasta la iglesia de San Marcello al Corso, donde se conserva un crucifijo, muy venerado por todos los romanos. 

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El Papa Francisco rezó ante este Crucifijo para que acabase la pandemia en marzo del 2020. Crédito: Vatican Media
El Papa Francisco rezó ante este Crucifijo para que acabase la pandemia en marzo del 2020. Crédito: Vatican Media

Poco días después la efigie de madera fue retirada del altar y transportada hasta la Plaza de San Pedro para que estuviera presente durante la bendición Urbi et Orbi que realizó el Santo Padre el 28 de marzo del 2020.

La historia milagrosa de este crucifijo comenzó cuando se salvó de forma inexplicable de un violento incendio que destruyó esta iglesia de Roma en la noche del 22 al 23 de mayo de 1519. A la mañana siguiente todo el edificio se había reducido a escombros, pero de entre las ruinas apareció intacto el crucifijo del altar mayor, al pie del cual aún arde una pequeña lámpara de aceite.

Este crucifijo es muy venerado por todos los romanos. Crédito: Daniel Ibañez/EWTN News
Este crucifijo es muy venerado por todos los romanos. Crédito: Daniel Ibañez/EWTN News

Los expertos lo consideran el más realista de Roma. San Juan Pablo II lo abrazó en la clausura de la Jornada Mundial del Perdón durante el Gran Jubileo de 2000.

Pero la efigie de madera sobre todo es célebre por haber librado a Roma de la peste tras ser llevada en procesión hasta la Basílica de San Pedro en el año 1522.

El crucifijo goza de la especial devoción del Papa Francisco, quien está ingresado desde hace quince días en el Hospital Gemelli de Roma con una neumonía bilateral.

Por eso no es extraño que el Vicario del Papa para la Diócesis de Roma, el Cardenal Baldassare Reina, celebrase una Misa por su pronta recuperación invocando la ayuda de este crucifijo, tan querido por el Santo Padre.

El Cardenal Vicario para la Diócesis de Roma, rezando ante el Crucifijo. Crédito: Daniel Ibañez/EWTN News
El Cardenal Vicario para la Diócesis de Roma, rezando ante el Crucifijo. Crédito: Daniel Ibañez/EWTN News

“El crucifijo que se conserva aquí habla de la fe de un pueblo que ha confiado en él, especialmente en los momentos de dificultad. Y nosotros queremos renovar esta tarde nuestra confianza en el Señor, y lo hacemos pidiendo el don de la salud y de la fuerza para el Santo Padre", señaló en la homilía.

De este modo, también recordó que el Pontífice fue hasta esta iglesia, situada en el centro de Roma, para rezar ante el crucifijo y “pedir el don de la curación” para una humanidad que en aquellos momentos sufría una pandemia terrible.

“Ahora nosotros invocamos para él salud y mucha fuerza en este tiempo de prueba", insistió el purpurado italiano.