Al recibir en el Aula Paulo VI a 800 jóvenes de la Diócesis de Roma que participan de la misión “Jesús al Centro”, en preparación del Año de la Eucaristía, el Papa Juan Pablo II animó a los jóvenes a practicar la adoración eucarística como preparación para la misión.
Dirigiéndose al grupo de jóvenes, entre los que se encontraban representantes de grupos juveniles de Adoración Eucarística de Europa y Estados Unidos, el Pontífice recordó que “Eucaristía y misión son dos realidades inseparables”.
“La Eucaristía es, en efecto –continuó el Papa-, el memorial del ofrecimiento redentor de Jesús al Padre por la salvación de los hombres. A través de su sacrificio en la Cruz, Jesús ‘hace’ la Eucaristía, es decir, da gracias al Padre. Este misterio nos pide a cada uno de nosotros el dar gracias con Cristo al Padre, no tanto con las palabras como con nuestra vida unida a la suya”.