El Papa Francisco expresó su “profundo pesar” por el tiroteo ocurrido este martes 4 de febrero en un centro educativo para adultos en la ciudad sueca de Örebro, a 200 kilómetros al oeste de Estocolmo, que dejó once muertos y seis heridos.
En un telegrama de condolencias enviado en su nombre por el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, al Primer Ministro sueco, Ulf Kristersson, el Santo Padre manifestó su “cercanía espiritual con todas las personas afectadas por este trágico suceso”.
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Asimismo, ofreció oraciones “por el eterno descanso de las víctimas, el consuelo de sus familiares y amigos” y “la pronta recuperación de los heridos”.
“En este difícil momento para la nación, Su Santidad invoca sobre el pueblo sueco los dones de unidad y paz de Dios Todopoderoso”, reza finalmente el telegrama.
La agresión se produjo el martes en el Campus Risbergska, un centro de educación para adultos en la ciudad sueca de Örebro. El autor del atentado, según las informaciones oficiales, se habría suicidado. Se cree que actuó solo y no estaba fichado por la policía.
Las autoridades, tampoco creen que se tratara de un atentado terrorista, aunque la investigación sigue abierta. No se descarta la hipótesis de que el agresor tuviera vínculos con alguna banda criminal, según informan los medios suecos. Se trata, en todo caso, del ataque más mortífero en la historia del país escandinavo.