La Conferencia Episcopal Peruana reaccionó este sábado a la reciente decisión del Papa Francisco de disolver el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) lamentando los abusos ocurridos y reconociendo fallos en el acompañamiento a los afectados.

La declaración de los obispos sobre el caso Sodalicio es parte del mensaje al pueblo peruano con motivo de su 128ª Asamblea Ordinaria, un documento en el que también abordan una serie de desafíos que enfrenta Perú, como el aumento de la pobreza, la corrupción, el debilitamiento de la democracia, la inseguridad ciudadana y la polarización social.

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“Lamentamos profundamente que algo tan terrible haya sucedido en la Iglesia en el Perú. Agradecemos a quienes, con valentía y perseverancia, han hecho posible que los abusos sufridos salgan a la luz y los obispos hayamos ido tomando conciencia de los mismos”, dijeron los obispos del Perú sobre la reciente disolución del Sodalicio.

El Episcopado peruano admitió fallos en el acompañamiento a las víctimas, expresando su pesar "a quienes no se han sentido debidamente acompañados por nosotros al no saber las gestiones que desde esta Conferencia Episcopal veníamos haciendo ante la Santa Sede desde hace varios años". 

Agradecimiento al Papa y compromiso de colaboración

Los obispos también manifestaron su gratitud al Papa Francisco “por el envío de Mons. (Charles) Scicluna y Mons. (Jordi) Bertomeu, que le ha permitido tomar la decisión final de disolver al Sodalicio de Vida Cristiana”.

Se referían así a la investigación llevada a cabo por el Vaticano en 2023, dirigida por Scicluna y Bertomeu, y que, según publicó el portal Infovaticana, reveló la ausencia de un carisma fundacional legítimo y confirmó la gravedad de las acusaciones de abusos contra el fundador del movimiento, Luis Fernando Figari, y otros miembros de la cúpula directiva.

Figari fue expulsado del SCV por el Papa Francisco en agosto de 2024, después de que la Santa Sede ya lo hubiera sancionado en el 2017 y prohibido tener contacto con cualquier miembro de esta sociedad al comprobarse la comisión de abusos sexuales y de poder.

Tras confirmar su disolución en un comunicado este lunes, el Sodalicio informó el martes que entre mayo de 2016 y diciembre de 2024 compensó y reparó a 83 personas víctimas de abusos sexuales, psicológicos y de poder, a través de acuerdos extrajudiciales.

Asimismo, los obispos peruanos reiteraron su "compromiso de colaborar con la Santa Sede para que se cumpla lo dispuesto por el Papa".

“Mientras quedamos atentos a la recepción de los documentos que decretan dicha disolución y las medidas a ella conexas, renovamos nuestro compromiso de colaborar con la Santa Sede para que se cumpla lo dispuesto por el Papa”, agregaron.

En medio de esta situación difícil, los obispos peruanos hicieron un llamado a la esperanza diciendo que ésta “no elimina el sufrimiento, pero lo transforma”, y recordaron las palabras del Papa Francisco durante su visita a Perú en enero de 2018: "no se dejen robar la esperanza". 

El SCV se fundó en Lima en 1971 y actualmente tiene presencia, además de en Perú, en Italia, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y Ecuador.