El Papa Francisco recordó que la oración es inseparable de la “compasión” y la “cercanía a los últimos” en una audiencia en el Vaticano con una delegación de la Red Mundial de Oración del Papa, que cada mes propone un tema para que los católicos lo tengan en cuenta en sus plegarias.

Tras agradecer la “importante” contribución que esta Obra Pontificia ofrece al Jubileo de la Esperanza, señaló que el Año Santo es “un camino en el que se conjugan inseparablemente la oración y la compasión, la oración y la cercanía a los últimos, la oración y las obras de misericordia”.

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En la reunión, en la que estuvo presente el nuevo director de esta organización, el P. Cristóbal Fones, el Santo Padre indicó que el “alimento sustancial” que debe alimentar la espiritualidad de su trabajo es su cuarta encíclica Dilexit Nos, sobre el amor humano y divino del Corazón de Cristo.

“Me gusta que llaméis a esta espiritualidad ‘camino del Corazón’. Quisiera leer esta expresión en un doble sentido: es el camino de Jesús, de su sagrado Corazón, a través del misterio de la encarnación, pasión, muerte y resurrección; y es también el camino de nuestro corazón, herido por el pecado, que se deja conquistar y transformar por el amor”, aseguró el Pontífice en el encuentro con esta organización.

La Red de Oración del Papa tiene como misión movilizar a los católicos por la oración y la acción, ante los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia.

Este primer mes del 2025, el vídeo de oración del Papa Francisco estuvo dirigido a rezar por el derecho a la “educación” que es “una esperanza para todos”. El Pontífice aseguró que la educación “puede salvar a los migrantes, a los refugiados, de la discriminación, de las redes de delincuencia y de la explotación”. “La educación nos abre puertas a un futuro mejor. Y así, los migrantes y refugiados pueden contribuir a la sociedad, ya sea en su nuevo país o en su país de origen, si deciden regresar”, indicó el Santo Padre en sus intenciones de oración de enero.