La Conferencia Episcopal Ecuatoriana manifestó su firme oposición a una reciente sentencia de la Corte Constitucional conocida como "Caso Salinas" que ordena la implementación de protocolos en el sistema educativo para acompañar a niños que deseen realizar una transición de género, incluso desde los 5 años de edad.

La sentencia, emitida el 8 de enero, exige a una escuela en la ciudad de Salinas que se disculpe con un menor de cinco años de nacionalidad española, quien, según sus padres, se identifica como niña y habría sufrido discriminación. 

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Además, ordena al Ministerio de Educación desarrollar un protocolo de acompañamiento para niños y adolescentes en situaciones similares.

Los obispos ecuatorianos expresaron su preocupación por lo que consideran un "peligroso atropello a la integridad de los menores de edad". Argumentan que la sentencia ignora la falta de madurez de los niños para comprender las implicaciones de una transición de género.

También consideran que subestima la dificultad de diagnosticar correctamente la disforia de género en la infancia y no considera el impacto social de permitir cambios de género legales en menores. Además, afirman que desconoce el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus principios.

La Conferencia Episcopal señala que en los últimos tres años, la Corte Constitucional ha impulsado una agenda que califican como "mal llamada 'progresista'", la cual, según dicen, promueve una "cultura de muerte y deshumanización". 

También mencionan que tres jueces han denunciado que la Corte está adoptando postulados de la ideología de género sin considerar las consecuencias para los niños.

También expresan su preocupación por el "Caso Amada" que podría legalizar el cambio de sexo en menores de edad, incluyendo tratamientos hormonales y cirugías.

Los obispos hacen un llamado a la sociedad y al Gobierno para defender a los niños y el derecho de los padres a educar a sus hijos "conforme a sus valores y creencias".