La Diócesis de Segovia ha respaldado a un párroco que se negó a dar la Comunión al alcalde de su localidad para “defender el carácter sagrado de la Eucaristía”, debido a que es público el hecho de que convive “según el modo matrimonial” con otro hombre.
El político Rubén García de Andrés denunció a través de su cuenta en X la decisión tomada por su párroco, lo que motivó además un comunicado del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el que exige al nuevo obispo de la diócesis, Mons. Jesús Vidal Chamorro, “que no permita que se extienda el odio por la condición sexual de algunos feligreses”.
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El sacerdote también había negado la Comunión a otra pareja de homosexuales por los mismos motivos.
En un comunicado, la Diócesis de Segovia, a la que llegará el próximo sábado Mons. Vidal, ha respondido al PSOE que su petición “supone un juicio difamatorio de la comunidad católica de esta Diócesis, basado en noticias poco contrastadas sobre la actuación del sacerdote”.
A continuación, afirma sobre la decisión pastoral tomada por el presbítero que la tomó “en el cumplimiento de su ministerio y siguiendo la normativa de la Iglesia universal sobre la recepción de la Sagrada Comunión” ante personas del mismo sexo “que viven según el modo matrimonial, lo cual puede ocurrir también entre personas heterosexuales sin vínculo matrimonial”.
“Esto no es homofobia ni discriminación, dado que no se niega la comunión por la condición homosexual, sino por defender el carácter sagrado de la Eucaristía”, añade el texto.
La diócesis subraya que la declaración del PSOE “supone una inadmisible injerencia en asuntos propios de la Iglesia y un atentado contra la libertad religiosa garantizada en la Constitución”.
“Los católicos saben que para recibir la Eucaristía, tanto si son homosexuales como heterosexuales, se necesitan unas condiciones objetivas de moralidad, y que la Iglesia tiene autoridad para negar la comunión cuando no se cumplen, sobre todo si provoca escándalo entre los fieles como ha sucedido en los casos de Segovia”, añade.
Por otro lado, se recuerda que esta doctrina está recogida en el canon 915 del Código de Derecho Canónico y que el Papa Francisco “en la Fiducia Supplicans, afirma que la bendición a parejas homosexuales debe evitarse si causa ‘formas graves de escándalo o confusión entre los fieles’. Cuanto más si se trata de la comunión sacramental”.
La circunscripción eclesiástica segoviana rechaza las acusaciones de homofobia, tildándolas de “juicio inaceptable” y recuerda que “la negación de la comunión no significa en modo alguno exclusión de la vida eclesial ni de la participación en su culto”.
Que la Iglesia manifieste, en el Catecismo y otros documentos “que los homosexuales deben ser tratados con respeto a su condición y son miembros de la Iglesia” no significa que “puedan acceder a la Eucaristía sin respetar las normas del derecho que se aplican a todos los fieles”, prosigue.
El comunicado de la diócesis insta al PSOE de Segovia “a que se retracte de su afirmación pública de discriminación en la Iglesia segoviana por orientación sexual sin el conocimiento preciso de los hechos acontecidos y con motivaciones ideológicas que van en contra del magisterio de la Iglesia Católica sobre este particular”.
Denuncia contra siete diócesis
Esta reciente polémica surge pocos días después de que la Asociación Española contra las Terapias de Conversión haya interpuesto una denuncia contra las archidiócesis de Madrid, Barcelona y Valencia, y las diócesis de Málaga, Getafe, Alcalá de Henares y Sigüenza-Guadalajara.
La denuncia considera que estas circunscripciones eclesiásticas convocaron y acogieron charlas que promueven las llamadas terapias de conversión impulsadas por el apostolado Transformados.
La directora de esta iniciativa, Marta Sanz, ha distribuido un comunicado en el que expone que su actividad se limita a ofrecer “testimonios de personas cuyas vidas se han transformado por completo tras un encuentro con Cristo”.
Estos encuentros se han realizado siempre “de manera pública y abiertamente en entornos católicos” y en ellos se pueden recibir “testimonios personales de hombres y mujeres que, durante su infancia y adolescencia, todos ellos, experimentaron sentimientos de una profunda soledad, rechazo e incomprensión en su entorno familiar, escolar o social debido a su orientación sexual”.
En ellos, exponen cómo fue su conversión con elementos comunes: “anhelaban una relación con Jesús” y le pidieron “salir de una situación que no deseaban”; decidieron “vivir en castidad ayudados por la Gracia de Dios” y experimentaron “un cambio de corazón y mente gracias a los Sacramentos, especialmente la Reconciliación y la Eucaristía”.
Además, todos ellos se acercaron a “la lectura de la Biblia”, así como a “la predicación de las Escrituras”; el Rosario “les resultó una poderosa herramienta entre sus manos al hacerla desde lo más profundo de su corazón” y “eligieron y siguen eligiendo a Jesús cada día”.
Por último, “todos ellos, al experimentar la conversión, contrastaron su experiencia con personas de fe y se unieron a una parroquia o comunidad de creyentes para crecer en su fe y recibir apoyo”.
Marta Sanz además subraya que “este apostolado no ofrece terapias sino sólo a Cristo y la doctrina de la Santa Iglesia Católica en todos sus aspectos: acogiendo, respetando y cumpliendo en su integridad lo que mandan las Sagradas Escrituras, el Catecismo de la Iglesia Católica y la tradición de los Padres de la Iglesia”.
Por ello, los testimonios que proponen provienen de “diferentes entornos sociales, económicos y culturales, pero todos convergen en la misma afirmación: la experiencia íntima y personal con el Amor de Jesús fue lo que transformó sus vidas”.