Los obispos dominicanos expresaron su “rotundo desacuerdo” con “los recientes actos de agresiones perpetradas por la empresa minera Barrick Gold” contra sacerdotes y comunidades, realizados “con el apoyo de la Policía Nacional y el Ejército de la República Dominicana”.

En un comunicado publicado el 9 de enero, los obispos rechazaron estas acciones contra “contra la comunidad Arroyo Vuelta, en la que también están implicadas cinco comunidades de la zona, pertenecientes al distrito municipal de Zambrana, municipio de Cotuí”.

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Estas comunidades protestaban ante el ingreso de maquinaria pesada de la minera Barrick Gold para construir una presa de cola —lugar donde se almacena relave minero—, lo que implica la reubicación de varias comunidades locales.

“Estos hechos, caracterizados por el uso desproporcionado de la fuerza, la violación de los derechos humanos y el irrespeto a la dignidad de las personas, donde han sido lesionados dos sacerdotes y varias personas de las mencionadas comunidades, son inaceptables en un estado de derecho que debe garantizar la justicia, la paz y el respeto a los ciudadanos, especialmente a los más pobres y desprotegidos. ¡Es urgente decir no a la estrategia del miedo!”, exhortaron los obispos dominicanos.

“La Iglesia Católica, fiel a su misión de defender la vida y la dignidad humana, repudia cualquier acción que violente los derechos fundamentales de las comunidades afectadas y se solidariza con las acciones de nuestro hermano obispo de La Vega, monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, también presidente de la Comisión Nacional de Pastoral de Ecología y Medio Ambiente”, prosigue el texto.

“Es inadmisible que el afán de lucro prime sobre la vida y la tranquilidad de las familias afectadas en la zona”, precisa el comunicado de los obispos.

Los prelados dominicanos alentaron al diálogo y a investigar los hechos denunciados “con imparcialidad” para sancionar a los responsables, al tiempo que invitaron a la comunidad internacional a solidarizarse con los afectados y a los fieles a orar por la paz en el país.

¿Qué pasó en República Dominicana?

En un video que se ha difundido en redes sociales el 8 de enero, el P. Johnny Durán, de la iglesia Santo Cura de Ars de la Diócesis de La Vega, señala que “esto ha sido un desastre, el ejército ha venido a avasallar (…) aquí está partiendo gente a dos manos, aquí no importa quién es. Estamos tratando de mediar y así estamos”.

Con el rostro golpeado y ensangrentado, el sacerdote indicó que “la policía, cumpliendo órdenes de la [minera] Barrick hoy vino aquí a la comunidad e invadió la comunidad (…) aquí están tirando piedras, bombas, intentamos evitar esto, intentamos dialogar pero las autoridades fueron a matar”.

Tras señalar que la comunidad “está desarmada” y que quiere que se le escuche, el sacerdote dijo que Juana Barceló, presidente de la Barrick Gold, habría dado la orden el ingreso de las fuerzas armados, mientras que el hombre que graba el video afirma: “responsabilizamos al presidente de la República Dominicana porque él es el que ha autorizado esta incursión violenta”.

El coronel Diego Pesquiera, vocero de la Policía Nacional, señaló respecto al sacerdote Durán que “el referido golpe no fue ocasionado por agentes policiales ni militares”, sino por un manifestante.

Ricardo de los Santos, senador de la provincia Sánchez Ramírez explicó que la minera Barrick Gold y los miembros de las comunidades se reunirán el lunes 13 de enero, en un encuentro en el que también estarán el Ministerio de Energía y Minas y representantes de la Iglesia Católica.

Según señala el diario dominicano El Día, el senador consideró que “es posible alcanzar acuerdos donde todas las partes salgan ganando, garantizando que las comunidades reciban un precio justo por sus bienes, mientras que la empresa pueda llevar a cabo los procesos de ampliación y crecimiento necesarios”.