Mons. Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, Obispo de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal Nicaragüense, expulsado a mediados de noviembre por la dictadura de Daniel Ortega y su esposa y “copresidenta” Rosario Murillo, agradeció la acogida de la Iglesia Católica en Guatemala y pidió orar por el pueblo de Nicaragua.

“Me acojo a sus oraciones: oren no sólo por mí, sino por el pueblo de Nicaragua, para que un día podamos estar y vernos juntos, como hermanos, y apropiarnos de nuestro lugar, donde hemos nacido también. Gracias y me encomiendo a sus oraciones”, dijo el prelado al final de la Misa de inauguración del Jubileo 2025, celebrada en la Catedral de la Arquidiócesis de Guatemala.

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“Quiero, de una manera muy especial,  agradecer a monseñor Gonzalo (de Villa y Vásquez), arzobispo de esta Arquidiócesis, por su acogida, su oración, sus palabras de aliento, ya que a los pocos días de haber llegado, cruzado de allá, de Nicaragua me fue a visitar, animarme”, señaló Mons. Herrera al iniciar su intervención.

“Así como la comunidad franciscana, y ustedes también, que sé que cuando pasa algo en torno a nuestro pueblo centroamericano, siempre estamos atentos, orando”, agregó el prelado nicaragüense.

El obispo de Jinotega también agradeció al clero local por sus oraciones y por su ayuda a los “peregrinos que pasan por acá hacia el norte, a las diferentes instituciones o asociaciones, que tienen un espacio, un tiempo para ayudarles para seguir caminando, como le pasó a la Sagrada Familia también, que tuvo que pasar por esos momentos difíciles para poder defender la vida”.

“Y como este año es de la esperanza, yo espero que la esperanza no me defraude. Por la fe que el Señor mismo nos regala vamos siempre esperando que el futuro será mejor. ¡Gracias a todos!”, concluyó.

La expulsión de obispo Carlos Herrera Gutiérrez de Nicaragua

La dictadura de Ortega y Murillo expulsó de Nicaragua a Mons. Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, el 13 de noviembre, quien unos días antes había criticado a un alcalde orteguista (Leónidas Centeno) que interrumpió una Misa con música a alto volumen, frente a la catedral local.

El prelado fue secuestrado por la policía luego de participar en una reunión en Managua con los demás obispos del Episcopado de Nicaragua.

Con la expulsión de Mons. Herrera, Mons. Silvio Báez, Mons. Rolando Álvarez y Mons. Isidoro Mora, de los nueve obispos que tiene Nicaragua quedan ahora en el país sólo cinco.

Estos son el Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua; Mons. Jorge Solórzano, Obispo de Granada; Mons. Francisco José Tigerino, Obispo de Bluefields; Mons. Sócrates René Sándigo, Obispo de León; y Mons. Marcial Humberto Guzmán, Obispo de Juigalpa.