El diario italiano La Repubblica anunció que los dos últimos frescos realizados por Miguel Ángel y situados en la Capilla Paolina de los Museos Vaticanos, serán sometidos a un proceso de restauración.
Los frescos son La "Conversión de Saulo" y la "Crucifixión de San Pedro", que el artista de la Capilla Sixtina realizó entre 1545 y 1550, y terminó cuando tenía 75 años.
Según se informó, las dos obras están afectadas por filtraciones de agua y sufren daños a causa de antiguos procesos de restauración defectuosos.