Al recibir en Castelgandolfo a más de un centenar de obispos provenientes de diversos continentes, el Papa Juan Pablo II recordó que los sucesores de los Apóstoles deben tener como “primera preocupación” custodiar diligentemente la integridad de la fe y la unidad de la Iglesia.
Tras expresar su alegría por la “vitalidad de vuestras iglesias”, el Santo Padre dijo a los 130 obispos jóvenes procedentes de África, Asia, América y Oceanía que “en todas las culturas, deben manifestar la comunión de la única Iglesia de Cristo, en fidelidad al Magisterio. Vuestra primera preocupación es ser custodios diligentes de la integridad de la fe y de la unidad de la Iglesia”.
“Llamados a seguir a Cristo, tratad de que crezca continuamente la comunión con el romano Pontífice y con los demás obispos, especialmente dentro de la misma conferencia episcopal y la provincia eclesiástica", añadió el Papa ante los obispos que participaron en un seminario promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.