En un discurso centrado en la defensa de la familia tradicional, el Papa Juan Pablo II pidió al nuevo embajador canadiense en la Santa Sede, Donald Smith, que Canadá defienda el valor de la familia tradicional contra las presiones de activistas homosexuales.
Luego de elogiar el papel generoso de Canadá en la promoción de la justicia y la paz en el mundo, muchas veces en coordinación con la Santa Sede, el Santo Padre señaló que
“es la sublime y fundamental verdad referida a la persona humana, creada varón y mujer a imagen de Dios, que constituye la inmutable base para todas las demás verdades antropológicas”.