Al recibir a los obispos norteamericanos de las provincias eclesiásticas de Boston y Hartford, el Papa Juan Pablo II elogió la generosidad de los católicos de Estados Unidos, y los animó a ser testigos de la esperanza tras la ola de escándalos sexuales.
El Pontífice recordó que ha llamado “más de una vez la atención acerca de la evangelización de la cultura”. “Uno de los retos fundamentales en este campo es el de conseguir un encuentro fructífero entre el Evangelio y la nueva cultura global, que se expande rápidamente merced al aumento sin precedentes de las comunicaciones y la expansión de la economía mundial”, agregó.
“Estoy convencido de que la Iglesia en Estados Unidos –señaló el Pontífice- puede jugar un papel fundamental a la hora de hacer frente a este desafío ya que, esta nueva realidad, es en gran parte fruto de las experiencias, actitudes e ideales del Occidente contemporáneo en general y de América en particular”.