Al conmemorar el 60º aniversario de la liberación de París de la ocupación nazi, el Arzobispo de París, Cardenal Jean-Marie Lustiger, pidió que se escuche "el susurro de los hambrientos que se vuelven hacia los pueblos saciados" y el de "los pueblos sin libertad que llaman a los pueblos libres".
El Purpurado lanzó este llamado durante la Misa solemne que concelebró en la Catedral de Notre-Dame junto con el Nuncio Apostólico en Francia, Mons. Fortunato Baldelli y los Arzobispos de Washington, Westminster, Berlín y un enviado especial del Arzobispado de Ottawa.
En la celebración, a la que asistió el presidente francés, Jacques Chirac, además de diversas autoridades gubernamentales y de la ciudad, el Cardenal Lustiger subrayó que Francia debe "compartir con los pueblos de Europa y del mundo" este "tesoro de la civilización".