Con una Misa presidida por el Obispo de Punta Arenas (Chile), Mons. Óscar Blanco Martínez, y una procesión hacia el santuario dedicado a María Auxiliadora, se celebraron este viernes las fiestas patronales en la diócesis más austral del mundo.

La celebración de la Eucaristía tuvo lugar a las 19:00 horas (hora local) en el gimnasio del Liceo San José, y fue ocasión para venerar y agradecer a María Auxiliadora, Madre y patrona de la Diócesis y de la región de Magallanes.

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En su homilía, Mons. Blanco Martínez hizo especial mención a la familia salesiana, hijos e hijas de Don Bosco, por haber “traído y difundido la devoción de María Auxiliadora en la región más austral del mundo”.

Siguiendo las orientaciones pastorales que guían a la Iglesia local, el prelado recordó el lema: “Caminemos juntos, con alegría, porque el Señor está contigo”.

En ese marco, invitó a “revalorar la urgente necesidad que tenemos de rezar”, y recordó que “la oración nos transforma”.

“Si buscamos la palabra ‘auxilio’ en el diccionario encontraremos que significa ayuda, socorro, amparo y muchos otros sinónimos”, señaló. “También significa refuerzo, aumento de fuerza. No es extraño, que nuestra Madre del cielo reciba este título de Auxilio de los cristianos, o como cariñosamente le llamamos: María auxiliadora, porque ella viene en nuestra ayuda y nos refuerza en la fe y el amor a Jesús el Señor”, destacó.

“Esta es la petición que queremos hacerle hoy: María Auxiliadora, refuerza nuestra oración y nuestro trabajo sinodal”, rezó el obispo.

Tomando diferentes pasajes del Evangelio, Mons. Blanco Martínez destacó la actitud de María en numerosos momentos, con un espíritu “dispuesto a acercarse a quien pasa un momento difícil”, y también el mensaje de la Madre a los fieles: “Hacer siempre la voluntad de Jesucristo”.

“Ella puso en práctica desde el inicio el mandamiento nuevo del amor que nos dejó Jesucristo. Porque nos ama, María nos refuerza. Porque nos ama, María viene siempre a nuestro encuentro. Porque nos ama, María quiere siempre nuestro bien. Porque nos ama, María nos refuerza en nuestro encuentro con el Señor Jesús y su Evangelio”, sostuvo.

También llamó a tomar el ejemplo de María en el camino discipular, unidos en la oración, en el servicio, en la caridad y “en tantas obras que contribuyen en una Iglesia comprometida con el Evangelio”.

“María Auxiliadora nos enseña que en la Iglesia no solo soy yo, somos nosotros, somos todos, niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, llamados a caminar juntos, en comunión, participación y en salida misionera”, añadió.

“Hoy quiero invitarlos a pedirle a María Auxiliadora que nos ayude a reforzar nuestra Oración y nuestro trabajo sinodal”, expresó el obispo. “La imagen de la Virgen María es un impulso para caminar juntos en la fe y la oración en tiempos de sinodalidad”, insistió. “Por eso hoy le pedimos, María Auxiliadora, ven con nosotros a caminar. María Auxiliadora refuerza nuestra oración y nuestro camino sinodal”, concluyó.

Finalizada la Misa, los fieles caminaron en procesión por la calle principal de Punta Arenas hasta llegar al santuario, donde recibieron la bendición.

Santuario de María Auxiliadora

El Santuario de María Auxiliadora de Punta Arenas fue construido por iniciativa de Mons. José Fagnano, como una forma de testimoniar la tarea evangelizadora que, junto a los salesianos, llevaron adelante durante 42 años en Magallanes.

Ubicada en el acceso norte de Punta Arenas, es una copia del templo de Fouvier de París, y se trata de la obra más monumental desarrollada en Chile por el P. Juan Bernabé, quien se destacó por su importante acción como constructor de numerosos templos católicos.

Su piedra fundacional fue bendecida el 19 de marzo de 1911, y se dio inicio también a la construcción de un colegio salesiano, denominado luego Instituto Don Bosco.

La primera etapa del templo fue bendecida el 23 de mayo de 1919, y en marzo de 1920 se bendijo sobre el campanario una imagen de María Auxiliadora, de 1.80 metros de altura.

Luego de un extenso trabajo, el templo se inauguró oficialmente para Semana Santa del año 1929.

Durante su visita a Chile en 1987, San Juan Pablo II coronó la imagen de María Auxiliadora ubicada en el altar mayor del templo, como patrona de la Diócesis y de la Antártida Chilena.