Durante la multitudinaria celebración en honor de San Cayetano, venerado en Argentina como el patrón del pan y el trabajo, el Cardenal Jorge Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, pidió a los argentinos no perder el ánimo ante la injusticia y la pobreza.
Decenas de miles de fieles forman una fila interminable días antes de la fiesta de San Cayetano para ingresar al santuario a las 12 de la noche, para pedir trabajo o agradecer por tener el pan.
Como desde hace 20 años, la primera devota en ingresar al templo fue Delia Noris Lencina, quien arropada en una bandera argentina recorre de rodillas la distancia que va desde el pórtico del templo hasta el lugar donde está la imagen San Cayetano en el barrio porteño de Liniers.