Cada 10 de mayo se celebra a San Juan de Ávila, patrono del clero español. Este destacado fundador de colegios, centros de formación y estudios, dejó registrado en uno de sus escritos cuál es el mejor regalo que se puede ofrecer a Nuestra Madre del Cielo, la Virgen María.

En el sitio web dedicado a San Juan de Ávila, de la Oficina para las Causas de los Santos de la Conferencia Episcopal Española, se recogen varios escritos de este gran santo. En uno de ellos, San Juan de Ávila se pregunta: “¿Qué haré por la Virgen? Muchos bienes me ha dado Dios por ella”.

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En el texto, el santo evoca el pasaje bíblico de las bodas de Caná, donde la Virgen le señala a su Hijo que se ha agotado el vino. Jesús, entonces, le pregunta qué tiene que ver eso con él y agrega que aún no es su hora. Sin embargo, la Madre de Dios, imperturbable, le dice a los sirvientes: "Todo cuanto él os diga, hacedlo".

En este punto, San Juan de Ávila resalta las palabras de la Virgen indicando que se trató de un breve sermón, “mas muy compendioso (conciso)”, y que aquí ella predicó tanto como todos los apóstoles y profetas.

“Oídme lo que os quiero decir; quizá de la boca de la Madre se imprimirá en vuestros corazones: Todo lo que mi Hijo os dijere hacedlo (Jn 2,5). Y así el mayor servicio que le podéis hacer es hacer lo que manda su Hijo”, enfatizó el santo.

Luego, proporciona ejemplos de acciones que se pueden realizar por amor a la Virgen, como el perdonar una injuria, apartarse de algún “amor malo”, callar y mantenerse en silencio, o sino: “aquello que más me duele hacerlo o dejarlo de hacer, ofrecerlo por la Virgen”.

Además, San Juan de Ávila recuerda que sólo querer a la Virgen y no imitarla es poco provechoso.

“Imitémosla en la humildad y en las demás virtudes porque ella es el dechado (modelo) de quien hemos de sacarlas, y haciendo esto nos alcanzará gracia y después gloria”, concluyó.