Este 9 de mayo se celebra la fiesta de Santa Luisa de Marillac, patrona de las obras sociales. En sus escritos, la santa vicentina, amiga del gran San Vicente de Paúl, dejó algunos consejos para antes, durante y después de la comunión. Además, compuso una oración para recibir a Cristo Eucaristía.

1. Antes de la comunión

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En el libro Santa Luisa de Marillac, correspondencia y escritos, se lee que para antes de la comunión la santa anima a recordar que a quien se va a recibir es a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

“Esto nos infundirá el respeto que la criatura debe a su Creador y producirá en nosotros un Conocimiento de nuestra dependencia de Dios junto con la confesión de nuestra nada si Él no nos asiste, dándonos también un gran deseo de la Sagrada Comunión”, resalta.

Asimismo, indica que se puede pedir al Espíritu Santo que baje a nuestro corazón para así honrar la presencia del Señor. 

“Considerando quiénes deben comulgar con frecuencia, debemos humillarnos mucho pues tienen que ser las almas enteramente desprendidas de todas las cosas, con un gran amor a Dios y que no retroceden nunca en el camino del santo amor”, precisa.

2. Durante la comunión

La santa señala que después de haber hecho los actos mencionados buscando que nuestra alma esté en paz y en tranquilidad, debemos acercarnos a recibir a Cristo con total confianza y “abandono de cuanto somos”.

Santa Luisa invita a suplicarle al Señor que tome posesión de nosotros, “uniéndonos enteramente a su voluntad… considerando los motivos que hay en Él para suscitar nuestro amor, sobre todo el de su presencia real en nuestro pecho, y estarnos atentas a lo que le plazca operar en nosotras, aunque no lo veamos”.

3. Después de la comunión

Santa Luisa enfatiza que luego de recibir a Cristo, se debe hacer un acto de especial gratitud a la Divinidad o dirigirse a cada una de las tres personas de la Santísima Trinidad. 

Asimismo, anima a admirar “este sorprendente invento y amorosa unión por la cual Dios, viéndose en nosotros, nos hace una vez más a su semejanza con la comunicación no sólo de su gracia sino de Él mismo”.

Oración para antes de la Sagrada Comunión

En el libro Santa Luisa de Marillac también se encuentra una plegaria escrita por la santa vicentina para antes de la comunión, en la que invoca al Espíritu Santo y le pide al buen Jesús por las almas rescatadas con su preciosísima sangre. 

A continuación la oración:

Espíritu Santo, Amor del Padre y del Hijo, ven a purificar y embellecer mi alma para que sea agradable a mi Salvador y que yo pueda recibirle para gloria suya y mi salvación. Con todo mi corazón te deseo ¡oh Pan de los Ángeles, no mires mi indignidad que me aleja de ti, sino tu Amor que tantas veces me ha invitado a acercarme. Te ruego que te des todo a mí, Oh Dios mío! y que tu preciosísimo Cuerpo, tu Alma santa y tu gloriosa Divinidad a quien adoro en este Santísimo Sacramento, tomen entera posesión de mi misma. ¡Oh dulce Jesús, oh buen Jesús, mi Dios y mi Todo! Ten piedad de todas las almas rescatadas con tu preciosísima Sangre, hiérelas fuertemente con un dardo de tu Amor para tornarlas agradecidas al Amor que te ha hecho darte a nosotros en este Santísimo Sacramento, por el cual te ofrezco la gloria que tienes desde toda la eternidad en ti mismo, todas las gracias de que has colmado a la Santísima Virgen y a los Santos y la gloria que ellos te tributarán eternamente por ese mismo Amor.