El domingo 21 de abril fue aplicada la eutanasia a la activista Ana Estrada, una práctica que no es legal en el Perú pero que fue avalada en este caso por el Poder Judicial.
Según refiere un comunicado divulgado este lunes por diversos medios de comunicación locales, la activista “murió en sus propios términos, conforme a su idea de dignidad y en pleno control de su autonomía hasta el final”.
“El procedimiento médico se realizó conforme al ‘Plan y Protocolo de Muerte Digna’ aplicable a Ana, aprobado por EsSalud, en el marco de la histórica sentencia a su favor, emitida el 23 de febrero de 2021 y ratificado por la Corte Suprema el 14 y 27 de julio de 2022”, añade el texto.