Mons. Joseph Coffey, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Servicios Militares de Estados Unidos, también se unió a la caminata, y señaló a CNA que era “imperativo que todos los neoyorquinos de buena voluntad se pongan de pie y exijan el reconocimiento de que, desde el momento de la concepción, todos los niños no nacidos son personas”.
“Como personas, están plenamente investidos de todos los derechos de igual protección bajo las leyes de este estado y de esta gran nación”, agregó.
Reflexionando sobre su experiencia en la caminata, Bruno escribió en la red social X: “Es fácil imaginar cómo es... Pero estar presente, escuchar las burlas dirigidas a ti, estar empapado completamente por la lluvia, necesitar que policías con equipo antidisturbios caminen a tu lado para garantizar tu seguridad, eso es algo completamente diferente”.
“Pero estar presente”, prosiguió, “es estar al lado de quienes se unen en solidaridad y fe, es ser la voz de los indefensos en la plaza pública y es vivir la llamada a proclamar la verdad sin compromisos. Es el camino moderno al Calvario pavimentado con sacrificio y sufrimiento desinteresados, y si bien el camino al Calvario es largo y agonizante, en última instancia conduce a lo que defendemos, a lo que oramos, a lo que buscamos: la vida”, concluyó.