Cada 23 de marzo la Iglesia Católica conmemora a Santo Toribio de Mogrovejo, Arzobispo de Lima (Perú) en la época virreinal. Quienes lo conocieron contaron algunos hechos sobrenaturales que sucedieron los Jueves Santos en torno al patrono del Episcopado Latinoamericano.
En el libro Santo Toribio de Mogrovejo, apóstol de los indios, el P. Ángel Peña, agustino recoleto español que sirvió muchos años en Perú, señala que algunos testigos en el proceso de beatificación y canonización indicaron que el santo conversaba con los ángeles y rezaba con ellos. Por otro lado, hay quienes afirman que su rostro se iluminaba.
De acuerdo a la obra del P. Peña, en el Archivo Secreto del Vaticano —hoy Archivo Apostólico Vaticano— está el testimonio de un señor llamado Diego Morales, un colaborador cercano de Santo Toribio.