Cada 22 de marzo se celebra desde el año 1993 el Día mundial del agua, un recurso en ocasiones escaso por el que la Iglesia Católica eleva oraciones. Así lo hizo este mes la Archidiócesis de Barcelona (España) por intercesión del Cristo de la Sangre. Y llovió.
A finales de febrero, la Archidiócesis de Barcelona, anunció la celebración “de una oración extraordinaria que constará de una procesión con la Devotísima Imagen del Santo Cristo de la Sangre, el día 9, y que irá precedida de una novena, en la capilla de San Miguel de la Basílica de Santa María del Pino”.
La medida fue organizada por el Secretariado diocesano de Cofradías y Hermandades, junto con el Consejo General de Hermandades y Cofradías y se tomó “debido a la extrema situación de sequía que el territorio sufre desde los últimos meses”.