Durante el “Viacrucis Migrante” celebrado en la frontera entre Guatemala y México, un obispo guatemalteco exhortó a los gobiernos de la región a que el “inmigrante no sea considerado como delincuente y que no pierda sus derechos humanos por el simple hecho de ser indocumentado”.
A las orillas del río Suchiate, que divide a los dos países, Mons. Bernabé de Jesús Sagastume Lemus, Obispo de San Marcos, expresó su preocupación por los actos de persecución “contra los migrantes, las constantes violaciones a los derechos humanos”, así como la implementación de “leyes injustas” que condenan al migrante, “considerándolo como delincuente”.