El Papa Francisco invita a los sacerdotes a “a vivir cada confesión como un momento único e irrepetible de gracia, y a entregar generosamente el perdón del Señor, con afabilidad, paternidad y me atrevería a decir que también con ternura materna”.
Así lo ha reflejado en un discurso entregado -no leído por el Papa, como viene siendo habitual desde hace unos días debido a sus afecciones respiratorias- durante la recepción ofrecida a los participantes en el XXXIV Curso sobre el Fuero Interno promovido por la Penitenciaría Apostólica.
El Pontífice destaca además que “la tarea que se os confía en el confesionario es hermosa y decisiva, porque os permite ayudar a tantos hermanos y hermanas a experimentar la dulzura del amor de Dios”.