Durante la Misa del 24 de febrero, el P. Felice Palamara, párroco en el municipio italiano de Cessaniti, provincia de Vibo Valentia, volvió a ser víctima de un acto hostil proveniente de la ‘Ndrangheta, una organización criminal de Italia que actúa principalmente en Calabria.
Durante la celebración eucarística, el sacerdote perteneciente a la Diócesis de Tropea-Mileto-Nicotera se dio cuenta de un olor extraño proveniente del cáliz: se había vertido lejía en las vinagreras, como posteriormente confirmaron los análisis de laboratorio. Al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, se vio obligado a interrumpir la celebración para denunciar el incidente a la policía local.
El Obispo de Tropea-Mileto-Nicotera, Mons. Attilio Nostro, expresó su cercanía y denunció el accionar intimidatorio de la mafia calabresa.