Una de las más conocidas reliquias de Santa Teresa de Ávila, su mano izquierda incorrupta, se enfrenta a un destino incierto debido a la falta de vocaciones en el convento carmelita de Ronda (Málaga, España) donde se custodia.
El motivo es que la comunidad carmelita del Convento del Corazón Eucarístico de Jesús se extingue a marchas forzadas. Si hace apenas 4 años eran 9 religiosas, la pandemia de Covid provocó que dos de ellas murieran y, recientemente, algunas más partieron a la Casa del Padre debido a diferentes enfermedades y dolencias.
Así, han quedado 4 hermanas en la comunidad, una aquejada de Alzheimer, lo que está por debajo del número mínimo determinado por la Constitución Apostólica Vultum Dei quaerere, seis, promulgada por el Papa Francisco el 29 de junio de 2016.