Muchas prácticas de Cuaresma son, por su naturaleza, privadas e individuales; pero esto no significa que este tiempo de preparación se centre esencialmente en uno mismo. Todo lo que hacemos como cristianos es como comunidad, y como nuestra familia es una comunidad, podemos compartir nuestra Cuaresma con ellos, así como sucede con cualquier otra cosa que sea hermosa, importante y profunda.
En ese sentido, las siguientes son actividades destinadas a compartirse en el hogar. Sin embargo, siéntase libre de explorarlas y agregar sus propias tradiciones religiosas familiares:
1. La hora de la cena es tiempo de familia. Trate las comidas como un tiempo sagrado que debe ser respetado y honrado. Siempre habrá emergencias, y los horarios complicados siempre serán difíciles de trabajar, pero se debe hacer el esfuerzo para disfrutar este momento en familia.