Cada 11 de febrero la Iglesia Católica celebra la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, en conmemoración de las apariciones de la Inmaculada Concepción a la niña Bernardita Soubirous en 1858 en las faldas del prepirineo francés.
Fueron 18 encuentros “entre dos adolescentes” como le gustaba decir a la santa francesa, que se han transformado hoy en un lugar de peregrinación al que acuden 3 millones de personas al año y en el que se han verificado 70 curaciones inexplicables, reconocidas de manera oficial como milagros.
El santuario, bajo la autoridad de la Conferencia Episcopal Francesa, atrae de manera muy especial a quienes padecen enfermedades, que suelen acudir acompañados por voluntarios organizados a través de las Hospitalidades diocesanas.