Cada 3 de febrero es la fiesta del obispo San Blas, patrono de los laringólogos contra las enfermedades de la garganta. En este día, los sacerdotes pueden bendecir las gargantas de los fieles con una oración especial y dos velas cruzadas.
El médico San Blas fue Obispo de Sebaste, en Armenia. Se calcula que murió mártir en el año 316. De acuerdo a la web de santos corazones.org, administrado por las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María, el santo curaba milagrosamente a muchos enfermos y, según la leyenda, también a los animales que se le acercaban con dolencias.
Cierto día una madre desesperada fue ante el obispo para pedirle que salve a su hijo (algunos sostienen que era una niña), el cual se estaba ahogando porque en su garganta se había atascado una espina de pescado.