“Caminando por la dignidad: Escuchar, soñar, actuar” es el lema de la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de personas que se celebrará el 8 de febrero, una fecha instituida por el Papa Francisco en la fiesta de Santa Bakhita, monja africana que fue esclava y que es un símbolo en la Iglesia de la lucha contra este flagelo que afecta a millones de personas.
Santa Josefina Bakhita, sudanesa de nacimiento y nacionalizada italiana, vivió en carne propia los horrores de la esclavitud durante gran parte de su vida. El nombre "Bakhita" quiere decir "afortunada" y lo recibió a los 9 años por voluntad de los traficantes de esclavos, mientras que el de "Josefina" le fue dado doce años después, cuando fue bautizada.
Una nota de los organizadores recuerda que “la trata de personas es el proceso por el cual las personas son coaccionadas o atraídas con falsas perspectivas, reclutadas, trasladadas y obligadas a trabajar y vivir en condiciones de explotación o abuso. Es un fenómeno, como advierten recientes informes de la ONU, en constante y dramática evolución”.