El Arzobispado de Valencia afirma que desconocía las inconductas atribuidas al canónigo Alfonso López Benito, hallado muerto el pasado martes 23 de enero, y que, de confirmarse los hechos, serían “manifiestamente contrarios a los compromisos de vida sacerdotal, asumidos libremente en el momento de la ordenación”.
Ante estas conductas detalladas por la prensa local, el Arzobispado manifiesta a través de un comunicado el “pesar por el escándalo, el desconcierto y el dolor que causan a todos, muy directamente a los fieles, y especialmente a los miembros del presbiterio”.
“Confiamos plenamente en la acción de la justicia, y reiteramos que en el Arzobispado somos los más interesados en el pronto esclarecimiento de los hechos”, continúa la nota, que expone cómo el Arzobispado “planteó personarse como acusación particular, si bien el juzgado instructor lo rechazó”.