El Papa Francisco instó, en este cuarto domingo de Adviento, a pensar en el prójimo con “la amabilidad de Dios”, centrando especial atención en aquellos que han sido marginados y en aquellos que, en los últimos días, se encuentran lejos de “la alegría de la Navidad”.
“Pensemos en todos, pensemos en aquellos que están marginados, en aquellos que en estos días están lejos de la alegría de la Navidad. Pensemos en todos con la amabilidad de Dios”, exhortó a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro este domingo 24 de diciembre, para el rezo del Ángelus.
El Santo Padre recomendó no confundir la Navidad con el consumismo, y por tanto, invitó a los cristianos a “celebrar con sencillez, sin desperdicios, y compartiendo con aquellos que carecen de lo necesario o carecen de compañía”.