La parroquia San Juan Bautista de la ciudad de Montevideo luce su nuevo Altar de la Patria con figuras representativas de la historia religiosa de Uruguay, en un espacio destinado a rezar por el país.

En el nuevo altar se encuentran las imágenes de la Virgen de los Treinta y Tres, patrona de Uruguay; así como las de Santa Francisca Rubatto y del Beato Jacinto Vera, dos modelos de santidad muy influyentes en la historia del país. 

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El Altar de la Patria recibió la bendición del Arzobispo de Montevideo, Cardenal Daniel Sturla, acompañado por el P. Iván Núñez y el diácono Ignacio Donadío, el sábado 16 de diciembre.

La imagen de la Virgen de los Treinta y Tres fue donada por Mons. Gianfranco Gallone, Nuncio Apostólico en Uruguay. 

A ambos lados han sido ubicados cuadros con las imágenes de la Santa Francisca Rubatto (1844-1904) y el Beato Jacinto Vera (1813-1881), ambos retratos realizados por María Clara Collet.

El cuadro de la santa contiene tierra del lugar donde Francisca Rubatto vivió sus últimos siete años de vida, en el barrio Belvedere, específicamente del lugar donde ella rezaba diariamente, frente a la imagen de San José de la Providencia.

Para el retrato de Mons. Jacinto Vera, beatificado en mayo pasado, la artista utilizó tierra de la ciudad de Pan de Azúcar, donde falleció el beato. 

El día de la bendición, el Cardenal Sturla entronizó en el lugar las reliquias de la santa y del beato.

La iniciativa del altar fue del párroco del lugar, P. Luis Fariello, quien tuvo la idea de “darle un espacio digno a la Virgen de los Treinta y Tres”, en un lugar del templo que estaba vacío.

La obra estuvo a cargo de la empresa Modilor y contó con la colaboración de carpintería Dato, la artista plástica Elena Rivero, electricistas y miembros de la comunidad que dieron su aporte económico.

El párroco expresó su anhelo de que este “sea un lugar donde hagamos celebraciones mensuales que rocen, al menos, con las consignas de la ciudadanía, pero también para rezar por los enfermos, los que han partido, y sobre todo por la paz”.

“Queremos, además, que los niños y jóvenes que participan de la catequesis puedan rezar en el altar", añadió.

Luego de la bendición, esa tarde el cardenal celebró la Misa del tercer domingo de Adviento, y en su homilía destacó: "Qué bueno y qué lindo es tener este rincón. Embellece un poco más este templo, que es hermoso. Es un lugar para rezar de un modo especial por el Uruguay, el suelo en el que vivimos. Además, por medio de la Virgen, nos sentimos unidos a todas las patronas de América Latina como la Virgen de Luján, de Caacupé y Aparecida”.

“Rezar por la patria y amarla es una tradición antigua y cristiana, y es parte del cuarto mandamiento, junto con honrar al padre y a la madre. La patria es el lugar donde nacemos, vivimos, soñamos y creamos nuestro camino", valoró.