En el primer Angelus que preside en la residencia veraniega de Castelgandolfo, el Papa Juan Pablo II, de regreso de sus vacaciones en el norte de Italia, volvió a destacar la importancia del domingo como Día del Señor.
Al recordar el pasaje evangélico de la Misa dominical, que trae el relato de la visita de Jesús a Marta y María en Betania, el Pontífice señaló que “Cristo está siempre en medio de nosotros y quiere hablarle a nuestro corazón”.
“Lo podemos escuchar meditando con fe la Sagrada Escritura, recogiéndonos en la oración privada y comunitaria, deteniéndonos en silencio frente al Tabernáculo, desde el cual Él nos habla de su amor”, agregó.