La Dra. Pilar Calva Mercado, médico cirujano con especialidad en Genética Humana y en Bioética, ha asegurado que “evitar el encarnizamiento implica aceptar un estado de muerte consecuente y el fin natural, a diferencia de la eutanasia que busca provocarla directamente”.
Dignidad y Derecho demanda que los enfermos en fase terminal no sean forzados mediante tratamientos médicos innecesarios a prolongar su agonía, “pero que, a la vez, no dejen de recibir los cuidados ordinarios necesarios: alimentación, hidratación, limpieza y una vía aérea permeable, además de los cuidados paliativos que, en la actualidad, atenúan el dolor hasta en un 95%”.
El estudio de abogados resaltó la necesidad de “reforzar los mecanismos que permitan la vida digna en estas personas” y que se les “garantice los cuidados mínimos necesarios para que la muerte llegue naturalmente con el debido acompañamiento para el paciente y sus seres queridos”.
Asimismo, considera que antes de permitir la eutanasia en Ecuador, se debe mejorar el Sistema Nacional de Salud, así como el apoyo económico y médico a las familias de pacientes incurables. También exige respetar los tratados internacionales de derechos humanos.