Recuerdan a los 44 fallecidos de la tragedia del submarino ARA San Juan

Por Julieta Villar

16 de noviembre de 2023

Nov 16, 2023

El Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, presidió este miércoles 15 de noviembre una Misa al cumplirse 6 años del hundimiento del submarino ARA San Juan, en la que rezó por los 44 tripulantes que fallecieron y agradeció por el don de sus vidas.

El submarino, dedicado a tareas de patrullaje y control, había partido del puerto de Ushuaia (Argentina) el 13 de noviembre de 2017. Dos días más tarde, la nave informó sobre una avería que afectaba a un balcón de baterías, y desde ese momento se perdió la comunicación.

La comunidad internacional colaboró con la búsqueda, la cual culminó el 17 de noviembre de 2018, cuando el Seabed Constructor, de la empresa estadounidense Ocean Infinityel, halló los restos de la nave a unos 900 metros de profundidad. Se cree que el submarino implosionó.

A 6 años, la Misa, celebrada en la Catedral Castrense Stella Maris en Buenos Aires, contó con la presencia de efectivos activos y retirados de la Armada Argentina.

En su homilía, el Obispo destacó la importancia de, año tras año, “renovar nuestra oración confiada por aquellos hermanos nuestros que, cumpliendo esa vocación que abrazaron, perdieron la vida”.

Mons. Olivera nombró uno por uno a los tripulantes del submarino y afirmó que “son parte de nuestra familia argentina, nuestra gran familia naval”.

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“Nosotros pedimos por el eterno descanso, por estos hermanos nuestros, pero también y a la vez, damos gracias por el don de la vida de cada uno de ellos. Y extendemos nuestra acción de gracias por cada uno de los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas que son parte de nuestra Iglesia diocesana, que entregan diariamente sus vidas”, añadió el Prelado.

“La gratitud es una condición clave para la vida del creyente y nosotros en este día también queremos unirnos para agradecer el don de la vida de estos 44 hermanos nuestros”, sostuvo.

Finalmente, rogó al Señor “por estos hermanos que nos precedieron, que podamos vivir con hondura nuestra fe, que sepamos que para morir sólo hace falta estar vivo”.