En ella subrayó algunos motivos que subyacen bajo las tensiones sociopolíticas que se viven en España, con manifestaciones diarias en la puerta de la sede central del PSOE en Madrid, manifestaciones multitudinarias el pasado domingo en numerosas ciudades y nuevas convocatorias para las próximas jornadas.
A su juicio, se trata de “la expresión de algunas corrientes culturales de fondo que hemos venido abonando en las últimas décadas, como es un elogio desmedido de la autonomía a todos los niveles”, a lo que hay que añadir que “en la organización de nuestra democracia, impera el positivismo jurídico” y, en la sociedad “una corriente cultural fuerte de emotivismo que se utiliza a la hora de exacerbar posiciones y de promover polarizaciones”.
Para Mons. Argüello “ni el relativismo, ni el positivismo jurídico, ni la autonomía que hace elogio de la voluntad de poder, sin ninguna referencia ética, nos puede ayudar”. Y, en el fondo, “hay una fuerte crisis espiritual, porque muchas comprensiones de los nacionalismos de todo tipo, son vividos también como una especie de nueva religión”.
El Prelado denunció además que “en la politología de los últimos 40 años, la categoría bien común haya sido sustituida por la categoría ‘interés’. Interés general e interés es un término bancario. Y así nos luce el pelo en la organización de nuestra convivencia”, añadió.