Cada 9 de noviembre se celebra a Santa Isabel de la Trinidad, monja carmelita descalza que buscó crecer en el amor profundo de la Santísima Trinidad. Antes de morir, le escribió una emotiva carta a su querida hermana y le dejó un “testamento” especial.
Élisabeth Catez, nombre de pila de la santa (1880-1906), era originaria de Francia y tuvo una hermana llamada Margarita. Ambas quedaron huérfanas de padre durante su infancia y fueron criadas gracias a la sacrificada labor de su madre.
De acuerdo al libro La doctrina espiritual de Sor Isabel de la Trinidad, escrito por el dominico Fray Marie Michel Philipon, compartieron mucho tiempo juntas antes de que Isabel ingresara al Carmelo en 1901.