En el marco de la víspera de la solemnidad de Todos los Santos y del festejo pagano de Halloween este 31 de octubre, les compartimos una historia poco conocida de Santa Justina, quien con una señal especial derrotó a demonios, a un brujo demoníaco y al mismísimo diablo.
En el libro Leyenda dorada o Leyenda áurea del Beato dominico Santiago de La Vorágine, se narra que la conversión al cristianismo de una joven llamada Justina no le agradó a un diabólico brujo llamado Cipriano, quien había sido “consagrado” por sus padres al diablo cuando tenía 7 años.
Cipriano estaba enamorado de Justina y quería poseerla. Por ello le solicitó a un demonio que se la consiguiera. El espíritu maligno fue a tentar a la joven cristiana, pero salió espantado. Entonces el brujo invocó a otro demonio más poderoso, quien también falló en el intento de hacer caer a la muchacha en la impureza.