El Papa Franciso ha reiterado este domingo una vez más su preocupación por la crisis desatada en la región de Nagorno-Karabaj, situada en territorio de Azerbaiyán y poblada de manera principal por cristianos de origen armenio.
Tras el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro, el Pontífice ha señalado: “Mi preocupación por la crisis de Nagorno-Karabaj no disminuye, así como por la situación humanitaria de los evacuados, que es grave”.
El Papa ha realizado un “llamamiento particular a favor de la protección de los monasterios y de los lugares de culto de la región” para que sean “respetados y tutelados como parte de la cultura local, expresión de fe y señal de una fraternidad que nos hace capaces de vivir juntos en la diferencia”.