Mons. Hanna Jallouf, nombrado este año Vicario Apostólico Latino de Alepo (Siria) por el Papa Francisco, fue secuestrado años atrás por el grupo terrorista Estado Islámico. Hoy señala los desafíos que enfrenta la Iglesia Católica en Siria.
Mons. Jallouf, sacerdote franciscano, se convirtió el 1 de julio en el primer obispo de origen sirio en gobernar pastoralmente a los católicos de rito latino en el país.
En declaraciones a ACI Prensa el 2 de octubre, el Prelado recordó: “Fui secuestrado en la madrugada del 5 al 6 de octubre, junto con un grupo de feligreses, por un grupo de yihadistas. Estábamos en el pueblo de Knayeh, en el norte de Siria, cerca de Turquía”.