El 6 de octubre es la fiesta de San Bruno, conocido por oponerse a la corrupción de lo sagrado que ejercía una parte del clero. En una columna del Vaticano, este santo aparece dando una impresionante “respuesta” a un ángel. ¿A qué se debe esto?
La tradición indica que el alemán San Bruno (1030-1101) fue profesor de Teología en Reims (Francia), donde vio con dolor cómo varios eclesiásticos caían en el pecado de simonía, que consiste en hacer negocio con los sacramentos y objetos sagrados.
El Obispo de la zona le dio un alto cargo. A la muerte del Prelado, aunque muchos esperaban que San Bruno lo sucediera, el cargo recayó en un hombre de mala fama, llamado Manasés. Bruno no soportó sus conductas inmorales y lo denunció ante los obispos.