Santa Faustina Kowalska, vidente del Señor de la Misericordia y cuya fiesta se celebra cada 5 de octubre, se enfrentó cara a cara contra el diablo. La santa lo vencía practicando una importante virtud que hace huir a demonios.
En su diario, Santa Faustina cuenta que cierta vez, luego de una adoración eucarística, se dirigía a su celda, término que se usa en las comunidades religiosas para referirse a su modesta habitación.
En el camino fue detenida por un grupo de perros enormes y oscuros que querían atacarla. Ella se dio cuenta de que no eran animales realmente, sino demonios. Entonces uno de ellos le aseguró que la iban a despedazar porque esa noche les había arrebatado muchas almas.