En la noche del martes al miércoles, un devastador incendio consumió un salón de bodas en Qaraqosh, al norte de Irak, cobrando la vida de al menos 114 personas y dejando heridas a otras 200. El Patriarca de Bagdad de los Caldeos, Cardenal Louis Raphael Sako, expresó su profunda tristeza tras la tragedia.
En un comunicado difundido este 27 de septiembre, el Purpurado ofreció “su más sincero pésame y solidaridad” con la Arquidiócesis Siro-Católica de Mosul, “especialmente las familias de los difuntos y los heridos”.
“Elevamos colectivamente nuestras oraciones por el consuelo de las almas de los fallecidos y la pronta recuperación de los heridos. Concédeles, oh Señor, el descanso perpetuo y que la luz eterna brille para ellos”, sostuvo.